26.2.09

Amor. 40 u.

"Las cerillas fosforecen inquietas dentro de la cajita cerrada,
con el afán del acto sexual que consiste en ser frotadas en
la parte negra de la caja y hacerse fuego.
Pero la cerilla no sabe que sólo se enciende y arde una vez."

Clarice Linspector . Un soplo de vida









"Amor. 40 u.” tiene fecha de vencimiento. Se raspa y se acaba. Dura un fuego. O dos. O tres. Entonces, menos maderitas para intentar. Si cada amor es una unidad, si cada fuego es un amor ¿purifica el calor? ¿O es sólo humo?
Los espacios habitados de una relación ¿pasada? serán el marco que defina las presencias/ausencias del fuego. La llamita se moja, se olvida, se hace imagen. Y sí, hay 39 más ¿Alcanzan? Si la madera es la misma, ¿cuánto dura el amor?
Poner entre signos de pregunta el amor con la sensibilidad de la primera persona. Después de la llama, y en cuenta regresiva, quedan los lugares: protagonistas de cualquier relación pasada cargan la simbología del vínculo, como cenizas en paquetitos. A cuentagotas.
Así, más allá del cinismo, se puede amar un recurso escaso. Porque la metáfora del fuego no se agota. Porque, como una canción pop, es agridulce quemarse pero (casi) siempre habrá un fósforo más. Y uno menos.
Texto: Guadalupe Treibel